Heaven can wait

Me encantan las tiendas de discos. En ellas me pasa lo mismo que en las librerías, entro y pierdo la noción del tiempo. Tengo predilección por esas tiendas viejas que se esconden en estrechas calles y guardan joyas entre sus estanterías. Mi favorita es una antigua tienda donde parece imposible que entre todo lo que hay allí dentro, siempre hay girando un vinilo y la dueña es una fan auténtica de los Jefferson Airplane. Cuando le preguntas sobre un disco se emociona contándote historias sobre el grupo y rapidamente pone el disco en el plato... algunos de mis tesoros más preciados han salido de allí. Comprendéis ahora por que el tiempo se para cada vez que entro en ella ¿verdad?